La mujer que yo quiero no necesita
bañarse cada noche en agua bendita.
pero ella es mas verdad que el pan y la tierra.
mi amor es un amor de antes de la guerra
la mujer que yo quiero, no necesita
deshojar cada noche una margarita.
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa.
Porque sin querer tú, te envuelve su arrullo
y contra su calor, se pierde el orgullo y la vergüenza...
la mujer que yo quiero, es fruta jugosa
madurando felíz, dulce y vanidosa.
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